¡Noticias frescas! Después de una larga travesía desde la Patagonia, que ha incluído más de 24 horas de viaje entre autobuses, esperas y aviones, ¡hemos llegado a la Isla de Pascua! El último tramo se nos ha hecho corto a pesar del grupo de escolares que llenaba el avión. Estoy escribiendo ahora mismo desde el alojamiento, unas cabañas mantenidas por una familia muy acogedora. Después de darnos la merecidísima ducha, vamos a ir a comer y a discutir los planes para mañana; probablemente realicemos una visita por la isla para llevarnos una impresión general, y después alquilemos un coche.
Hace calor y el agua del Pacífico tiene una pinta muy, muy refrescante.